El yoga es una disciplina física y espiritual milenaria con la que se persigue alcanzar la paz mental y el bienestar general. Mediante la práctica de posturas físicas o asanas, las técnicas de respiración y la meditación tratamos de conseguir la unión de la mente, el cuerpo y el espíritu.
En Occidente, el yoga alcanzó gran popularidad gracias a sus beneficios físicos y mentales. Las personas que lo practican buscan ganar flexibilidad y fuerza y, además, conectar con su yo interior. Sin embargo, el yoga es mucho más que eso. Es toda una forma de vida, que implica conceptos más complejos, como los yamas y niyamas.
Desde sus orígenes, la práctica del yoga se estructura en ocho pasos que se deben seguir para alcanzar la iluminación. Los yamas y niyamas son los dos primeros pasos y constituyen los fundamentos éticos que debemos seguir si queremos vivir la esencia del yoga.
¿QUÉ SON LOS YAMAS EN LA PRÁCTICA DEL YOGA?
Los cinco yamas constituyen normas o principios básicos para vivir en sociedad. Son los siguientes:
AHIMSA. No violencia y respeto a todos los seres vivos. Consiste en no hacer daño con nuestras acciones, palabras o pensamientos. También implica conocer nuestros límites físicos en la práctica del yoga.
SATYA. Honestidad y sinceridad con uno mismo y con los demás. En la práctica del yoga implica no forzar posturas y respirar de forma correcta.
ASTEYA. No robar, no aparentar y no pretender ser algo que no somos. Significa que debemos aceptarnos a nosotros mismos y sentirnos orgullosos de cómo somos.
BRAHAMACHARYA. Continencia. Consiste no dejarse llevar por los instintos, sino reservar nuestra energía para fines más elevados.
APARIGRAHA. Practicar el desapego. El objetivo es aprender a ser felices con lo que tenemos, ya que acaparar bienes materiales solo produce insatisfacción porque nunca será suficiente.
¿EN QUÉ CONSISTEN LOS NIYAMAS EN YOGA?
Los niyamas también son cinco y se relacionan con las actitudes hacia uno mismo y con los hábitos para vivir de manera plena, consciente y en equilibrio.
SAUCHA. Pureza o limpieza en el amplio sentido de la palabra. Representa la higiene externa e interna del cuerpo, la mente y el alma.
SANTOSHA. Contentamiento o satisfacción. Significa que debemos sentirnos contentos con lo que tenemos en cada momento de la vida y en cada asana.
TAPAS. Disciplina y constancia. Quiere decir que debemos involucrarnos plenamente en lo que hacemos y ser perseverantes.
SVADHYAYA. Autoconocimiento. Supone aprender a conocernos a nosotros mismos y comprender tanto las sensaciones físicas como las mentales.
ISHVARA PRANIDHANA. Devoción. Consiste en practicar el amor y agradecimiento a un ser superior, que puede ser la naturaleza o el universo, por ejemplo.
Si quieres vivir una vida plena y consciente, eliminar el sufrimiento y alcanzar la paz mental, comenzar a practicar los yamas y niyamas te aportará beneficios en tu día a día.
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